martes, 8 de noviembre de 2011

FRASES TONTAS CELEBRES DE GEORGE W BUSH

FRASES CELEBRES DE GEORGE W BUSH (C.I. 65)


Parece mentira que durante un largo periodo de tiempo este hombre tuviera el destino del mundo en sus manos y que durmiera junto al botoncito rojo de autodestrucción de la humanidad. Yo creo que si aun estamos aquí es por los pelos. Y si no juzguen:

"La libertad debe tener límites"

"Si esto fuera una dictadura, todo sería mucho más fácil, por supuesto siempre y cuando yo fuera el dictador" (CNN, 12/18/00)

«El futuro será mejor mañana»

«Un número bajo de votantes es una indicación de que menos personas están yendo a votar»

«Personas que son realmente muy extrañas pueden asumir posiciones clave y provocar un terrible impacto en la Historia»

«Nosotros tenemos un firme compromiso con la OTAN. Nosotros formamos parte de la OTAN. Nosotros tenemos un firme compromiso con Europa. Nosotros formamos parte de Europa»

«No es la contaminación la que amenaza el medio ambiente, sino la impureza
del aire y del agua».

«Debería preguntarle al que me hizo la pregunta. No tuve oportunidad de
preguntarle al que me hizo la pregunta. ¿De qué pregunta se trata?».
(Austin, Texas, 8-01-01).

«Pienso que si usted sabe lo que cree, será mucho más fácil responder a su
pregunta. No puedo responder a su pregunta». (Reynoldsburg, Ohio, 4-10-00).

«La mujer que sabía que sufrí dislexia. ¿Cómo lo sabía, si yo nunca me
entrevisté con ella?».

«La ilegitimidad es algo de lo que tenemos que hablar en términos de no
tenerla». (20-05-96).

«Estamos empeñados en trabajar con ambas partes para llevar el nivel de
terror a un nivel aceptable para ambas partes». (Washington, 2-10-01).

«Sé que en Washington hay muchas ambiciones. Es natural. Pero espero que los
ambiciosos se den cuenta de que es más fácil triunfar con un éxito que con
un fracaso». (Entrevista a la Associated Press, 18-01-01).

«La cosa más grande de América es que cada uno debería votar».(Austin,
8-12-00).

«Es importante entender que hay más intercambios comerciales que comercio».
(Cumbre de las Américas, Quebec City, 21-04-01).

«Francamente, los enseñantes son la única profesión que enseña a nuestros
niños». (18-09-95).

«El gas natural es hemisférico. Me gusta llamarle hemisférico en la
naturaleza, porque es el producto que podemos encontrar en el vecindario».
(Austin, 20-12-00).

«Sé que los seres humanos y los peces podrán coexistir en paz».(Saginaw
29-09-00) Asuntos Exteriores

«Hemos perdido mucho tiempo hablando de Africa con justicia. Africa es una
nación que sufre una increíble enfermedad». (Rueda de prensa, 14-09-00).

«He hablado con Vicente Fox, el nuevo presidente de México, para tener
petróleo que enviar a Estados Unidos. Así no dependeremos del petróleo
extranjero». (Primer debate presidencial, 10- 03-00).

«El problema de los franceses es que no tienen una palabra para
entrepreneur». (Discutiendo con Blair).

«Después de todo, hace una semana Yasir Arafat estuvo asediado en su palacio
de Ramala, un palacio lleno claramente de pacifistas alemanes y de todo ese
tipo de gente. Ahora se han ido. Ahora, Arafat es libre de mostrar su
liderazgo, de gobernar el mundo».(Washington, 2- 05-02).


«Mi viaje a Asia comienza en Japón por una razón importante. Comienza aquí
porque desde hace siglo y medio América y Japón han formado una de las
mayores y más duraderas alianzas de los tiempos modernos. De esta alianza
salió una era de paz en el Pacífico». (Tokio, 18-02-02).

"¿Ustedes también tienen negros?".
(George Bush al presidente brasileño Fernando Cardoso el 28-04-2002, un ejemplo su brillante carrera solista de frases absurdas).

5 de agosto de 2004: "Nuestros enemigos son innovadores y tienen recursos, y nosotros también. No dejan de pensar nunca en nuevas maneras de hacer daño a nuestro país y a nuestra gente, y nosotros tampoco".

«Todos somos capaces de errar pero yo no estoy preocupado en esclarecer los errores que puedo haber cometido o no»

"La gran mayoría de nuestras importaciones vienen de fuera del país."

"Si no tenemos éxito, corremos el riesgo de fracasar."

"Marte está esencialmente en la misma órbita... Marte está más o menos a la misma distancia del Sol, lo que es muy importante. Nosotros tenemos fotos donde existen canales, pensamos, es agua. Si hay agua, eso significa que hay oxigeno. Si hay oxigeno, significa que podemos respirar."
(11/08/94)

"El Holocausto fue un período obsceno en la Historia de nuestra nación. Quiero decir, en la Historia de este siglo. Pero todos vivimos en este siglo. Yo no viví en este siglo."
(15/09/95)

"Les aseguro que tendremos a los estadounidenses mejor educados del mundo"
(9/21/97 )

"Yo creo que nos dirigimos de modo irreversible hacia la libertad y democracia pero eso puede cambiar."
(22/05/98)



"Nosotros estamos preparados para cualquier imprevisto que pueda ocurrir o no".
( 22/09/97)

"Para la NASA, el espacio aún es alta prioridad."

"Es tiempo para la raza humana de entrar en el sistema solar."

Bush repite en la lista. El 22 de julio de 2001: "Yo sé lo que creo. Seguiré expresando lo que creo y en lo que creo. Creo que lo que creo es lo correcto".

«Yo mantengo todas las declaraciones equivocadas que hice»

George W Bush




viernes, 7 de octubre de 2011

LIGA DE DELOS

LIGA DE DELOS

La Confederación de Delos o Liga de Delos fue una agrupación de los ciudadanos atenienses con los habitantes de las islas del mar Egeo y los griegos de las costas de Asia Menor, las ciudades-estado de la antigua Grecia (que llegaron a ser más de 200). Su sede se encontraba en la isla de Delos.

Esta organización fue una confederación marítima, creada y controlada en un principio por el estadista ateniense Arístides (que redactó los estatutos y la puso en marcha), en el 477 a. C., al finalizar las Guerras Médicas, con el fin de poder defenderse de posibles y nuevos ataques por parte de los persas. Fue también una consecuencia de la pérdida de la hegemonía por parte de Esparta, a la que sucedió Atenas en el mando de las expediciones. Los confederados tenían la obligación de proporcionar hombres, navíos y dinero para las campañas de guerra. Por su parte, la ciudad de Atenas se comprometía a organizar y dirigir dichas campañas y a procurar que las demás ciudades no fueran asaltadas ni invadidas por los persas. Las decisiones importantes se tomaban en las reuniones de un consejo en el que había un representante de cada una de las ciudades confederadas; este representante tenía derecho a voz.

Las fuerzas militares de la Confederación conquistaron el mar Egeo y sus costas al mando del ateniense Cimón. Se enfrentaron y vencieron a la marina persa y conquistaron bastantes tierras que después colonizaron, además de abrir rutas seguras por mar hacia el Ponto Euxino o mar Negro.

Después de obtener estos éxitos contra los persas, Cimón pensó en una expansión por Egipto, donde estaban sufriendo también una invasión persa. Pero los confederados no vieron con buenos ojos esta incursión militar que sólo podía traer ventajas a Atenas y que les iba a costar a ellos buena parte del tesoro. Tanto la expedición como las campañas contra los persas en Egipto fueron un fracaso, y finalmente Atenas tuvo que negociar la paz. El negociador fue el estadista ateniense Calias, y lo acordado consistía en que los persas dejaran libre el mar Egeo y las costas de Asia Menor, mientras que Atenas debía renunciar a su intervención en la política de Egipto y Chipre (ver Paz de Calias). De esta manera llegó a su fin la guerra entre los griegos y los persas.

Después de todos estos acontecimientos, Atenas eligió a Pericles como nuevo jefe. Pericles comenzó su gobierno poniendo fin a una política de conquistas. Hizo de Atenas la primera y más importante ciudad griega y consiguió una total hegemonía sobre las demás ciudades de la Confederación de Delos, que se fueron transformando de ciudades aliadas en ciudades subyugadas. Era el comienzo de un imperio sometido a Atenas, que era quien dirigía la armada, la marina y la diplomacia y que quiso además establecer en las ciudades su propio régimen político. En el 454 a.C. se ordenó trasladar el tesoro de la Confederación a la ciudad de Atenas. Todos estos hechos, unidos al aumento de impuestos requerido, hicieron que las ciudades de la Confederación se rebelaran y empezaran a sentirse enemigas de Atenas, que además les impuso su moneda, su sistema de pesos e incluso la forma de gobierno.

Los recursos económicos del Estado ateniense no eran muy holgados. Toda la grandeza de Atenas en el siglo de Pericles, sus construcciones, obras públicas, edificios religiosos, esculturas, etc. no habrían podido llevarse a cabo sin el gran recurso del tesoro de la Confederación de Delos.

Continuaron, sin embargo, siendo dominadas por Atenas hasta la derrota de ésta por Esparta en el año 404 a. C., como consecuencia de la guerra del Peloponeso. A partir de este momento, la Confederación se disolvió hasta el año 377 a. C., en que tuvo un renacimiento para protegerse en este caso del poder de Esparta. No obstante, Atenas ya era incapaz de imponer su autoridad. La Confederación dejó de existir definitivamente en el 338 a. C. cuando Filipo II de Macedonia derrotó a los atenienses en la batalla de Queronea.

jueves, 6 de octubre de 2011

LIGA PANHELENICA

LA LIGA PANHELENICA

La Liga Panhelénica fue una coalición de casi todas las ciudades griegas con motivo de la invasión persa a Grecia en la Segunda Guerra Médica. Se debe de excluir a Macedonia y Beocia (sin contar Platea y Tespia) y Tracia (que no era griega) por ser aliados de Persia. Primero fue encabezada por Pausanias de Esparta y después por Cimón de Atenas. La principal actuación de la liga fue la victoria de la batalla de Platea, y, con ello, la expulsión de los persas. Al terminar la guerra contra los persas, Esparta se retiró de la Liga Panhelénica y volvió a la liga del Peloponeso, y Atenas fundó la Liga de Delos.

Todos los integrantes de la Liga:

Esparta, Atenas, Platea, Megara, Corinto, Tegea, Potidea, Orcómeno de Arcadia, Sición, Epidauro, Trecén, Lepreo, Micenas, Tirinto, Flegia, Hermíone, Eretria, Stira, Calcis, Ambracia, Leuce, Anactorión, Cefalonia y Egina.

Nota: éstas son al menos las ciudades que dieron, con sus más y sus menos, soldados para la victoria en la batalla de Platea.

miércoles, 5 de octubre de 2011

LIGA DEL PELOPONESO

LA LIGA DEL PELOPONESO

Al final del siglo VI, Esparta se había convertido en el estado más poderoso del Peloponeso y ejercía su hegemonía sobre Argos, el siguiente en importancia. Consiguió también otros aliados de peso, como Corinto y Elis, liberando a Corinto de la tiranía y ayudando a Elis a asegurarse el control de los Juegos Olímpicos. La misma política favoreció otras incorporaciones, hasta que prácticamente todo el Peloponeso formó parte de la alianza.

La Liga estaba organizada bajo el férreo control de Esparta, aunque teóricamente bajo la autoridad de dos órganos: la asamblea espartana y el consejo de los aliados, en el que cada miembro contaba con un voto, independientemente de su tamaño o peso geopolítico. Los estados miembros no tenían que pagar tributo excepto en tiempo de guerra, cuando se les podía exigir dos tercios de sus tropas.

Sólo la propia Esparta tenía derecho a convocar un encuentro de la Liga. No se trataba de una alianza multilateral, sino de acuerdos bilaterales entre cada miembro y Lacedemonia, de modo que quedaba a la discreción de los participantes firmar acuerdos entre ellos. Del mismo modo, y aunque cada estado miembro contaba con un voto, las decisiones del consejo no eran vinculantes para Esparta, que podía hacer caso omiso de ellas. No se trataba, por tanto, de una alianza en sentido estricto, como tampoco incluyó nunca la totalidad del Peloponeso.

La Liga proporcionaba seguridad a sus miembros y, principalmente, a la misma Esparta. Su línea política fue, en general, de signo conservador, con apoyo a los regímenes oligárquicos y oposición a los tiránicos.

martes, 4 de octubre de 2011

BATALLA DE PLATEA

ANTECEDENTES HISTORICOS

En el año 490 a. C. los griegos derrotaron al ejército de Darío I, rey de Persia, en la batalla de Maratón. Primera Guerra Médica entre Persia y Grecia.

En el año 486 a. C. muere Darío I cuando preparaba una segunda campaña contra Grecia, lo sucede en el trono su hijo Jerjes quien continúa con los preparativos.

En el año 481 a. C. Jerjes inicia la Segunda Guerra Médica cruzando el Helesponto con un ejército formidable y una gran escuadra. Emprendiendo un avance paralelo de su ejército y su armada, hacia Grecia.

En el año 480 a. C. en el mes de agosto, el ejército persa derrota en el desfiladero de las Termópilas al ejército griego mandado por Leónidas I rey de Esparta. Leónidas y sus hombres mueren de forma heroica defendiendo el paso.

Después de esta derrota, el ejército griego se retira al Istmo de Corinto protegiendo el Peloponeso y los atenienses, liderados por Temístocles, toman la decisión más heroica de su historia, no rendirse, evacuar Atenas y el Ática, trasladando sus familias a la isla de Salamina y enfrentar en Salamina a la flota persa.

El 23 de septiembre de 480 a. C. la flota griega derrota a la flota persa en el paso oriental de la isla de Salamina en el golfo Sarónico. En la que se conoce en la batalla de Salamina.

Tras la batalla de Salamina, Jerjes ordena a su flota dirigirse al Asia Menor y él emprende el regreso con su ejército dejando una fuerza de ocupación en Grecia de 120.000 hombres al mando del general Mardonio en Tesalia y otra en Tracia y Macedonia al mando del general Artabaces.
A comienzos del verano del año 479 a. C., Mardonio comisionó a Alejandro I de Macedonia para que transmitiera a Atenas una oferta de paz y alianza con Persia sobre una base de igualdad. Los atenienses rehusaron la oferta, pero exigieron a los espartanos que se unieran con ellos en contra del invasor persa.

Ante la negativa ateniense, Mardonio se dirigió a Atenas y volvió a ofrecer una alianza a Atenas. Arístides, general ateniense exigió a Esparta una acción inmediata en contra del ejército de Mardonio si quería conservar la lealtad de la ciudad. Como resultado de lo anterior salió del Peloponeso hacia el istmo, al mando del general Pausanias, un ejército espartano compuesto por 10.000 hoplitas. Mardonio prendió fuego a la ciudad y se retiró a Beocia con el propósito de atraer a los espartanos y sus aliados al terreno más favorable para los movimientos de su caballería.

Pausanias debe haber llegado al istmo de Corinto probablemente en julio de ese año, allí reunió a los contingentes peloponenses y luego se dirigió a Eleusis donde se le unió Arístides con 8.000 hoplitas y una considerable fuerza de arqueros.

Desde Eleusis el ejército marchó a Eritras ubicándose en las laderas del monte Citerón, desde donde se podía observar el campamento persa rodeado de una empalizada junto al río Asopo.

Fuerzas participantes

  • Aliados griegos: el ejército al mando del general Pausanias sumaba 40.000 hoplitas y el resto tropas ligeras. Había contingentes de 19 ciudades estado griegas siendo los de Atenas y Esparta los más numerosos.

  • Aliados persas: el ejército al mando del general Mardonio estaba conformado por alrededor de 120.000 hombres aportados por beocios, aliados asiáticos y los persas que eran el grueso.

Desarrollo de la batalla

Aunque la posición griega no era apropiada para el empleo de la caballería, Mardonio decidió atacar antes que los griegos continuaran sumando refuerzos y para ello envió toda su caballería, al mando del general Masistio, en contra de las fuerzas griegas, acción que resultó desastrosa para los persas y en la cual perdió la vida el general Masistio.

De este primer enfrentamiento, los persas comprendieron que en terreno accidentado la caballería no servía de gran cosa frente a fuerzas entrenadas y bien dispuestas. Los griegos a su vez se entusiasmaron con el triunfo y creyeron que podían vencer a la caballería en cualquier terreno.

La victoria obtenida contra la caballería persa y la carencia de un suministro adecuado de agua en Eritra decidió a Pausanias a abandonar su posición defensiva en la montaña y trasladó su ejército a la llanura de Platea, entre dicha ciudad y el río Asopo. Los espartanos se ubicaron en el ala derecha, los atenienses en el ala izquierda y el resto de los aliados en el centro.

Cuando Mardonio descubrió el cambio de posición del ejército griego, se apresuró a sacar su ejército hacia la llanura formando una línea paralela a la de los griegos. El ala izquierda conformada por los persas, frente a los espartanos, los aliados asiáticos en el centro y los beocios y otros griegos en el ala derecha, frente a los atenienses.

Según Heródoto, los dos ejércitos permanecieron enfrentándose durante ocho días, sin efectuar ningún movimiento. Al octavo día, Mardonio envió a la caballería a destruir los pasos por donde llegaba el aprovisionamiento a las tropas griegas. Además Mardonio comenzó a atacar nuevamente con su caballería, pero esta vez empleando proyectiles lanzados desde larga distancia.

La posición griega se hizo crítica después del ataque a sus líneas de abastecimiento por lo que en la mañana del segundo día de ataque decidieron retroceder en la noche a una posición hasta el monte Citerón.

En la mañana del 27 de agosto, Mardonio, al ver el nuevo movimiento griego dejó a su ala derecha que combatiera contra los atenienses y él, con el grueso del ejército y la caballería, se lanzó contra el ala derecha griega conformada por los espartanos.

En este combate, la falange griega demostró una vez más la fortaleza de su constitución. Las tropas ligeras y la carencia de escudos u otra protección de los persas constituyeron la mayor desventaja contra hombres fuertemente armados. Mardonio fue muerto y desde ese mismo instante los persas cedieron y al poco tiempo retrocedieron en fuga. Pausanias había conseguido una victoria que cambiaría el curso de la historia. Por su parte los atenienses, después de una encarnizada lucha, vencieron a los beocios.

Consecuencias

Después de la batalla los griegos saquearon al campamento persa entregando el botín al oráculo de Delfos. Los persas abandonaron Tebas y al poco tiempo regresaron al Asia Menor.

Esta victoria y la de Salamina unieron a los helenos, desarrollando un cierto sentimiento de patria y de que todo lo que no era heleno era bárbaro. La pérdida de prestigio no sólo contuvo la expansión del Imperio persa, sino que lo llevó a su ruina.