sábado, 5 de febrero de 2011

E. ROMMEL EN FRANCIA, EL CRUCE DEL MOSA

A última hora del 12 de mayo de 1940, en algún lugar al este del Mosa, no lejos de Sedan, un pensativo General der Panzertruppen Guderian revisa sus opciones. Antes, durante el día, ha tenido una tensa reunión con su superior, el Generaloberst von Kleist, jefe del Gruppe en el que se integra su XIX Armeekorps (motoriziert). Von Kleist ha ordenado que las tropas panzer de Guderian inicien el cruce del Mosa al día siguiente, a las 16:00. Guderian cree que el ataque es prematuro y así lo ha argumentado, pretendiendo retrasar el cruce. Resulta irónico que el principal valedor de la táctica acorazada del “blitzkrieg” ahora tenga dudas, pero sus divisiones panzer apenas han llegado al río, están distribuidas a lo largo de varios kilómetros de malas carreteras que cruzan las Ardenas belgas y teme no tener fuerzas suficientes para cruzar con éxito ¿Cambiar tiempo por fuerza? No es la táctica que siempre ha teorizado, pero la teoría y la práctica no siempre son lo mismo.
De todos modos von Kleist no ha dejado opciones a su subordinado, el ataque empezará a las 16:00 del 13 de mayo, en todos los programados puntos de cruce a la vez.
Por suerte Guderian no necesita tiempo para planificar el asalto. Durante los largos meses de la “sitzkrieg” se han realizados varios “kriegspiel” y hay un ejercicio a punto para la circunstancia que les ocupa.
Al día siguiente las fuerzas acorazadas asaltarán el Mosa, el único rió importante entre ellos y el mar, y el embolsamiento de medio ejército aliado.
El presente escenario se centrará en las operaciones de cruce del río por las divisiones panzer en Dinant, en Bélgica.

 
DINANT, 13 DE MAYO DE 1940.
En el sector de Dinant el cruce correrá a cargo del XV Armeekorps, bajo el mando del General der Infanterie Hoth, que tendrá bajo su mando la 5 y la 7 panzerdivisionen. Al otro lado del río tratará de oponerse al asalto la 5e DIM y la 18e DI.

A primera hora de la mañana será la 5 Pz Div la primera en intentarlo, justo al sur del pequeño pueblo de Yvoir, 3 Km. al norte de Dinant. Nada más iluminarse el valle del Mosa con las primeras luces del sol los soldados alemanes corren hacia el río con sus botes hinchables, los arrojan y se lanzan a remar con toda su furia, se juegan la vida. Ambas orillas se llenan de fuego de ametralladoras y artillería. Se unen a ello los fusiles y pronto el valle se llena de ruido. Frente a ellos el 129 RI de la 5e DIM se opone con violencia al cruce alemán. No pase mucho tiempo antes de que las bajas aumenten, y el ataque flaquea.
El Generalleutnant Max von Hartlieb, comandante de la división Panzer, se lanza hacia la orilla, desplazándose arriba y abajo, animando a sus soldados para que no cedan. Pueden y deben hacerlo, y él tiene que conseguirlo.
La mañana debe transcurrir lentísima para von Hartlieb, hasta que le llega información de que la unidad de reconocimiento de su división, el Aufklarungs Abteilung 8, mandada por el Oberst Paul Werner ha encontrado una exclusa que cruza el río, a la izquierda del ataque, apenas al norte del pueblecito de Houx, un poco más al sur. Por algún motivo el IIº Bn del 39 RI de la 18e DI no ha llegado aún al lugar, hay una brecha en la defensa, que los alemanes van a aprovechar con rapidez. En muy poco tiempo Werner ha creado una pequeña cabeza de puente con sus tres batallones.
También a primera hora de la mañana, la 7 Pz Div, la que será la división fantasma, curiosamente formado en su mayoria por carros checoslovacos T 38 y comandada por el Generalmajor (aun no era mariscal) Rommel(en la imagen anterior se puede ver a Rommel junto a uno de los Pz T38(t) que formaban su division), se lanza a tratar de cruzar el río. Su sector de ataque está más al sur, entre Houx y la ciudad de Dinant. Ante ellos se atrinchera la 18 e DI, la misma que ha dejado un hueco al norte de Houx. Sin embargo al sur de Houx la situación es distinta. Los franceses se defienden con dureza. Rommel relata como la artillería francesa ha destruido casi todos sus cañones Los alemanes se ven obligados a incendiar las casas, en la ribera este del río, para tratar de crear una cortina de humo que oculte a los siempre vulnerables soldados en sus botes de goma. A bordo de un tanque Rommel se dirige entonces a Bouvignes, donde el 7 Schützen Rgt.7, de la 7 Schützen Bde ha conseguido establecer una pequeña cabeza de puente, con una compañía. No es gran cosa pero ya es algo. Poco a poco va llegando apoyo artillero. Primero un solitario carro de combate, después dos cañones del batallón Crasemann, poco a poco cada casa y roca de la orilla oeste son sometidas a un intenso bombardeo gracias al cual más hombres consiguen cruzar el río.
Por la tarde hace acto de presencia la aviación francesa. 7 LeO 451 del 12 e Escuadrón atacan los puentes de Dinant y los convoyes de tropas que se dirigen hacia ellos. Por la noche 5 Amiot 143 del 38 Escuadrón atacan las concentraciones de tropas en las carreteras entre Marche y Dinant.
Esta operación costó una enorme cantidad de bajas a el ejército Alemán pero supuso el embolsamiento de de varias divisiones francesas y de la mayor parte del cuerpo expedicionario británico que aceleró la caída del régimen francés.